lunes, 14 de noviembre de 2011

Las cosas bonitas no necesitan ser decoradas.

¿Dónde quedan los pequeños detalles? La gente se ha vuelto materialista, solo les interesan  las joyas, la ropa y los zapatos de marca, los juguetes caros, los regalos en los que se note que te has dejado mucho dinero. 



¿Dónde queda lo bonito de las cosas sencillas? Los regalos hechos a mano, los álbumes de fotos, las rosas, las cartas hechas a mano, las tartas... La gente a perdido interés por esas cosas que te sacan una sonrisa, esas cosas que te duran toda la vida, que son recuerdos de tu infancia, de tus amigos, de tu primer amor, de algún viaje especial, de una persona que te ha marcado... Esas cosas que cuando las ves te traen recuerdos bonitos, recuerdos que cosas que has pasado, recuerdos de tu vida, recuerdos que sabes que siempre tendrás ahí.
Volver a buscar cosas originales, que tengan un valor más sentimental que material, cosas que te lleguen al corazón.

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