domingo, 27 de mayo de 2012

Hasta siempre.

Hoy hace tres días que me gradué y estoy contenta por ello, todo aprobando y rozando con la punta de los dedos ese sueño que tengo desde pequeña. Ese sueño de llegar a ser alguien en esta vida, ser independiente, estar segura de mi misma, hacer que todos estén orgullosos de mi. Pero aunque esté a punto de conseguirlo, hoy, estoy triste.
Esta tristeza es debida a que se ha acabado una etapa de mi vida, y se me saltan las lágrimas cada vez que pienso que esos recuerdos, esas personas, esos momentos; no volverás. En estos 17 años he conocido a gente maravillosa, unos ya no están, otros se han ido, otros siguen y seguirán y otros están a punto de marcharse. En cuatro meses mi vida cambiará por completo, nuevos sitios, nuevos amigos, nuevas formas de vida; y eso me asusta. Quiero que llegue ese momento de poder ser más adulta, pero no quiero perder toda la inocencia y dulzura de mi niñez. Quiero poder compaginar esas dos cosas y sé que no va a ser posible así que solo me queda mirar atrás y dar las gracias con los ojos empapados en lágrimas por todos esos momentos, buenos y malos, que me han hecho llegar hasta aquí y estar a punto de cumplir mis sueños. Gracias a todas y cada una de las personas que han formado parte de mi vida, gracias por haberme hecho aprenden y ser lo que soy.

No hay comentarios:

Publicar un comentario